domingo, 27 de febrero de 2022

CAMPO FÉRTIL


     Cuando te fuiste
no me dejaste
solo.
Aunque quisieras,
no podrías.
No hay soledad.
Nadie me regaló,
nunca,
tal cosa.
Los miedos ocuparon,
de inmediato,
tu sonrisa;
y el dolor se sumó,
sin invitación
(como suele sumarse)
y con alegría,
para hacer de mi vida
un campo fértil
de agonía.