Los que
me amaron,
me amarán aún más;
los que no estuvieron nunca,
a mi lado van a estar;
los que me odiaron,
por un tiempo no me odiarán.
No
quiero flores,
que apenas durarán más que yo;
no quiero que lloren
más de lo que tarde en salir el sol.
Si en
mi vida busqué sus sonrisas,
¿por qué querría recibir sus lágrimas?
Si fui feliz en su felicidad,
¿acaso seré feliz en su lástima?
Olviden
la muerte,
no es más que un nombre
carente de imaginación.
Cierren los ojos,
contengan el aliento,
presten atención.
¿Lo
sienten?
No me fui.
No me iré.
Nadie se va.
Nunca.
La muerte no tiene ese poder,
no ocupa ese lugar.
Morir es seguir presente,
morir es sólo otra
manera de estar.
Lucas Berruezo