Gritos,
agonía de dolor
(anímico),
cuando el peso de las culpas
es mayor a las responsabilidades
(o no)
de haberlas cometido.
Después de todo lo que pasé,
la angustia,
el dolor,
la mentira,
el infierno,
¿cómo puedo siquiera pretender
ser alguien normal?
Locura,
la peor de todas,
(mi locura)
la que no se declara,
la que engaña
y se hace pasar por cordura;
la hipócrita,
la que nos saca toda posibilidad,
la que nos refleja como cualquiera
(como vos),
pero nos niega la alegría,
la inconsciencia,
la consciencia,
la templanza,
¿cómo vivir en paz
cuando el pensamiento manda?
Ante el peso de lo posible,
la vida se apaga.
El pasado estará vivo
cada vez que lo traigas.
Lucas Berruezo
